jueves, 11 de septiembre de 2008

ANALISIS QUIMICO

Análisis químico, conjunto de técnicas y procedimientos empleados para identificar y cuantificar la composición química de una sustancia. En un análisis cualitativo se pretende identificar las sustancias de una muestra. En el análisis cuantitativo lo que se busca es determinar la cantidad o concentración en que se encuentra una sustancia específica en una muestra. Por ejemplo, averiguar si una muestra de sal contiene el elemento yodo sería un análisis cualitativo, y medir el porcentaje en masa de yodo de esa muestra constituiría un análisis cuantitativo. Un análisis efectivo de una muestra suele basarse en una reacción química del componente, que produce una cualidad fácilmente identificable, como color, calor o insolubilidad. Los análisis gravimétricos basados en la medición de la masa de precipitados del componente, y los análisis volumétricos, que dependen de la medición de volúmenes de disoluciones que reaccionan con el componente, se conocen como ‘métodos por vía húmeda’, y resultan más laboriosos y menos versátiles que los métodos más modernos. Los métodos instrumentales de análisis basados en instrumentos electrónicos cobraron gran importancia en la década de 1950, y hoy la mayoría de las técnicas analíticas se apoyan en estos equipos. La determinación de la composición química de una sustancia es fundamental en el comercio, en las legislaciones y en muchos campos de la ciencia. Por ello, el análisis químico se diversifica en numerosas formas especializadas. Preparación para el análisis Frecuentemente la tarea de los químicos consiste en analizar materiales tan diversos como acero inoxidable, cerveza, uñas, pétalos de rosa, humo, medicamentos o papel. Para determinar la identidad o cantidad de un elemento de estos materiales, se procede en primer lugar a la toma de la muestra, lo que implica la selección de cantidad y grado de uniformidad de material requeridos para el análisis (además de homogénea, la muestra debe ser representativa). A continuación se separan de la muestra los componentes deseados o aquéllos que puedan interferir en el estudio. El método de separación idóneo dependerá de la naturaleza del componente a analizar y de la muestra en sí. La separación se basa en la posibilidad de utilizar las diferencias existentes en las propiedades físicas y químicas de los componentes. Así, en una mezcla simple de sal y arena es fácil extraer la sal, pues ésta es soluble en agua, mientras que la arena no lo es. En el caso de una mezcla de arena y partículas de hierro, ninguna de las dos partes es soluble en agua, pero el hierro tiene propiedades magnéticas y la arena no. La cromatografía es el método de separación más usual y tiene varias modalidades dependiendo de la naturaleza de la columna cromatográfica y de la interacción de los componentes de la muestra. Las dos formas más importantes son la cromatografía por filtración de geles, en la que grandes moléculas se separan según su tamaño, y la cromatografía por intercambio iónico, donde se separan los componentes iónicos. En la cromatografía en fase gaseosa son los componentes volátiles los que se separan de la muestra, y en la cromatografía en fase líquida, las pequeñas moléculas neutras de una disolución. El objeto de la separación es obtener el componente deseado en forma pura, o parcialmente pura, para su determinación analítica, o eliminar otros componentes cuya presencia obstaculizaría la medición, o ambas cosas a la vez. En general, la separación es innecesaria cuando el método de análisis resulta específico o selectivo y responde al componente deseado, ignorando los demás. Por ejemplo, para medir el pH de la sangre con un electrodo de vidrio, no es necesario un proceso previo de separación. Otro proceso previo para el análisis cualitativo y cuantitativo es la calibración. La respuesta del método analítico y la sensibilidad del equipo mecánico y electrónico empleado respecto al componente deseado debe calibrarse usando un componente puro o una muestra que contenga una cantidad conocida de ese componente. Presentación y veracidad de los resultados El resultado numérico de un análisis cuantitativo puede establecer la cantidad absoluta del componente o un porcentaje de éste en la muestra. En este último caso puede expresarse como porcentaje en masa, concentración molar (moles de un componente disuelto por litro de disolución) o como ppm (partes por millón en masa). La exactitud de los resultados del análisis queda reflejada en el grado de concordancia con la cantidad real del elemento. La precisión de los resultados la dará la posibilidad de repetir y reproducir el análisis. Los resultados son precisos cuando son fruto de mediciones repetidas y se dan en un estrecho margen de valores. Estos resultados se dice que son altamente reproducibles. La precisión no significa que los resultados sean exactos, ya que parte de los procedimientos de medición pueden desviarlos hacia valores más altos o más bajos que el valor real. A menudo la repetición del análisis encubre estos errores sistemáticos. Los errores aleatorios tienden a corregirse entre ellos. La exactitud se suele lograr teniendo en cuenta la media de múltiples factores. Según el método empleado, puede ser necesario repetir las mediciones sólo tres o cuatro veces. Cuando en un proceso se conectan ordenadores o computadoras a los instrumentos analíticos, las mediciones se pueden repetir hasta 100.000 veces a gran velocidad; a esta técnica se la denomina señal promedio.

ANALISIS CUANTITATIVO GRAVIMETRICO Y VOLUMETRICO

El conjunto de las técnicas operatorias puestas al servicio de la Química Analítica constituye el Análisis Químico. La finalidad del análisis cuantitativo es conocer en qué proporción se encuentran presentes determinados compuestos o elementos en una muestra y en muchas ocasiones sus posibles relaciones químicas. Es por esto que deben conocerse muy bien los conceptos de exactitud, precisión, reproducibilidad y por supuesto los conceptos de errores en Química Analítica y que ya han sido estudiados en el primer tema de esta asignatura. La metodología empleada en Química Analítica se puede clasificar según diversos criterios, siendo uno de los más utilizados los que distinguen entre métodos clásicos o químicos y los que emplean algún instrumento diferente de la balanza y de la bureta. Los métodos clásicos tienen como base la estequiometría y sus leyes. Consisten en medir (masa o volumen) una muestra del material que se analiza y someterla a reacciones químicas que tengan lugar de forma completa, deduciéndose la cantidad buscada del peso de un producto de reacción (análisis gravimétrico) o de un volumen de reactivo consumido (análisis volumétrico). Si el componente a determinar, o un derivado suyo, se libera en forma gaseosa, se puede determinar su volumen (métodos volumétricos de gases), o bien su peso (métodos gravimétricos de gases). Se denominan métodos instrumentales al conjunto de procedimientos en los que la identificación y/o medida se realiza sobre una variable de carácter físico, después de haber sometido, en muchos casos, la materia en estudio a una interacción con un tipo de energía (métodos ópticos, electroquímicos, térmicos, etc.). Los métodos clásicos son más exactos, con errores normalmente iguales o inferiores al 0.1% mientras que necesitan en general de una mayor cantidad de muestra para su realización (concentraciones mayores de 0.001 M). Los métodos instrumentales son menos exactos, con errores normalmente del orden del 1 al 5% pero se pueden alcanzar fácilmente concentraciones de 10-5 M e incluso, en algunos métodos, inferiores. GRAVIMETRÍAS: CLASIFICACIÓN, TIPOS, FACTOR GRAVIMÉTRICO. La medida que caracteriza a los métodos gravimétricos, es la de la masa, magnitud carente de toda selectividad, ya que la poseen todas las especies químicas, lo que hace necesario efectuar separaciones lo más perfectas posibles. El análisis gravimétrico consiste, pues, en separar y pesar, en el estado de mayor pureza, un elemento o compuesto de composición conocida que se encuentra en una relación estequiométrica definida con la sustancia que se determina. Según el procedimiento empleado para la separación, los métodos gravimétricos se pueden clasificar en: • Métodos de precipitación • Métodos de extracción. • Métodos con otras separaciones específicas. Estudiaremos en este curso los métodos de precipitación. Las fases de que consta el análisis gravimétrico por precipitación son: 1. Toma y preparación de la muestra (disolución). 2. Precipitación 3. Filtrado y lavado del precipitado. 4. Secado y calcinación. 5. Pesada y cálculos. 1.Toma y preparación de la muestra. La muestra no siempre consiste en una disolución acuosa. En el caso de una muestra sólida debemos tomar una parte que sea representativa del total de la muestra (en función de la estrategia de muestreo determinada) y posteriormente, disolverla mediante la técnica más adecuada de disgregación o disolución. 2. Precipitación. Definiremos como forma precipitada el compuesto insoluble que se forma en la reacción entre la sustancia de interés y la del reactivo precipitante, y como forma ponderable el compuesto que se pesa para obtener el resultado del análisis. Estas dos formas pueden ser iguales o diferentes. Por ejemplo en la determinación de calcio con oxalato, la forma precipitada será el oxalato de calcio, CaC2O4.H2O, y la forma ponderable es el óxido de calcio, CaO, que se puede obtener al calcinarlo. Sin embargo, en la precipitación de bario con sulfato, se precipita y se pesa como sulfato de bario, BaSO4, sin experimentar cambios en su composición. No todos los compuestos insolubles que puede formar un elemento pueden ser utilizados en análisis gravimétrico. Sólo es posible utilizar un compuesto insoluble, en la determinación gravimétrica de un elemento, si cumple una serie de condiciones; estas condiciones son: 1. Solubilidad: El precipitado debe ser lo suficientemente insoluble para que la parte soluble no afecte al resultado del análisis (0.0001 g/l). 2. Pureza: Las propiedades físicas del precipitado deben ser tales que los contaminantes se puedan liberar por tratamientos sencillos, como puede ser el lavado. 3. Filtrabilidad: Debe ser posible aislar cuantitativamente el precipitado sólido de la fase líquida por métodos de filtración sencillos y rápidos. Por eso son más convenientes los precipitados de cristales grandes que no obturan los poros del filtro y además adsorben menos sustancias de la disolución, son menos contaminables puesto que su superficie específica es menor. Para la forma ponderable, se deben cumplir también una serie de condiciones: 1. Composición química conocida: es totalmente necesario que la composición del precipitado corresponda exactamente con su fórmula química, si no, es imposible realizar los correspondientes cálculos del análisis. 2. Deben tener estabilidad química, es decir, no sea higroscópico, ni absorba CO2 atmosférico, que no se oxide fácilmente al aire, etc. 3. Peso fórmula elevado, es deseable que el contenido del elemento que se desea determinar en el precipitado sea lo menor posible, puesto que los errores de determinación (errores de pesada, pérdidas debidas a la solubilidad del precipitado o a la transferencia incompleta del precipitado al filtro) perturbarán menos sobre el resultado final del análisis. La precipitación consiste en añadir a la disolución que contiene el elemento a determinar, otra del reactivo precipitante, de manera que éste quede en exceso para desplazar el equilibrio hacia la formación del compuesto insoluble. Se considera que la precipitación es completa, si la cantidad del compuesto a determinar que permanece en la disolución se halla fuera de los límites de la precisión de la pesada, es decir, no supera los 0.0001 g. 3 Aislamiento del precipitado del resto de la disolución. La filtración y el lavado son operaciones sumamente importantes de las que depende la precisión del resultado. Hay dos técnicas generales de filtración: • Con papel de filtro de peso de cenizas conocido, y • Con placa filtrante. La primera se utiliza cuando el precipitado se calcina, mientras que la segunda se utiliza cuando éste se seca. Después de filtrar se lava el precipitado con objeto de eliminar las impurezas adsorbidas en la superficie del precipitado y la disolución madre que lo impregna. Si el precipitado se va a calcinar el líquido del lavado debe contener únicamente sustancias volátiles. Si el precipitado se va a secar, deben utilizarse para el lavado, líquidos que se eliminen totalmente por secado. Solamente en el caso que se sepa que no puede haber pérdidas por solubilidad, se usará agua como solución de lavado, pero normalmente se utilizan disoluciones que contienen el reactivo precipitante, o reactivos que eviten la peptización o la solubilización del precipitado. La peptización hará que el precipitado pase por el filtro muy fácilmente. 4. Secado y Calcinación. Se seca o deja secar el precipitado en el filtro y se transfiere filtro y precipitado a un crisol, que se ha llevado previamente a constancia de peso, y se calcina sobre un mechero y después, si es necesario, en un horno eléctrico o mufla. El calcinado se realiza para quemar el papel y eliminarlo y para que el compuesto pase a la forma ponderable (eliminación del agua de cristalización, formación de otro compuesto con diferente estequiometría, etc). Si se filtra sobre placa filtrante, se seca esta en la trompa de vacio y luego en la estufa a 110-120ºC, para eliminar el agua adsorbida. 5. Pesada y cálculos. Como normalmente no se pesa la sustancia a determinar si no un compuesto suyo, es necesario calcular a qué cantidad de sustancia que se determina corresponde la cantidad encontrada de precipitado. La relación entre el peso fórmula de la sustancia buscada y el peso fórmula de la sustancia pesada es lo que se conoce como factor gravimétrico. Multiplicando este valor por los gramos de la sustancia pesada obtenemos el correspondiente valor en gramos de la sustancia buscada. gsustancia buscada = gsustancia pesada * PF de sustancia buscada/PF sustancia pesada. Ejemplos de factores gravimétricos: Se busca el Fe3O4 y se pesa como Fe2O3: FG= 2PFFe3O4/3PFFe2O3 Se busca MgO y se pesa Mg2P2O7: FG=2MgO/ Mg2P2O7 Se busca P2O5 y se pesa Mg2P2O7: FG= P2O5/ Mg2P2O7 ANÁLISIS VOLUMÉTRICO. En el análisis volumétrico se mide el volumen de una disolución de concentración exactamente conocida que se necesita para reaccionar, de forma completa, con el analito (sustancia a analizar). Los métodos volumétricos tienen la misma exactitud que los gravimétricos, pero tienen la ventaja de ser más rápidos y cómodos. Además, la misma naturaleza de estos métodos permite trabajar con muestras más pequeñas o con disoluciones más diluidas. Se entiende por disolución estándar de reactivo a la disolución de reactivo de concentración conocida que se utilizara para realizar un análisis volumétrico. Por valoración entendemos el proceso por el cual se añade lentamente una disolución estándar de reactivo, desde una bureta, a una disolución de analito, hasta que la reacción entre los dos sea completa. El volumen gastado para llevar a cabo la valoración se determina por diferencia entre las lecturas final e inicial de la bureta. Punto de equivalencia y punto final: El punto de equivalencia es el punto de la valoración en el que la cantidad añadida de reactivo estándar (reactivo valorante) equivale exactamente a la de analito en la muestra. El punto final es el punto de una valoración en el que se produce un cambio físico asociado a la condición de equivalencia química. Normalmente este punto final se detecta añadiendo un indicador a la disolución de analito, con el fin de obtener un cambio físico observable (punto final). En la región del punto de equivalencia ocurren grandes cambios de la concentración relativa de analito y valorante, estos cambios de la concentración hacen que el indicador cambie de aspecto. Cambios típicos de indicador son un cambio de color, aparición o desaparición de un color y la aparición o desaparición de turbidez. En los métodos volumétricos el error absoluto de valoración (Ev) viene dado por: Ev= Vpf - Vpe Siendo Vpf el volumen de reactivo en el punto final y Vpe el volumen teórico de reactivo para alcanzar el punto de equivalencia. También pueden utilizarse sistemas de medida instrumentales para detectar el punto final de una valoración. Condiciones que deben cumplirse en la reacción química. Las condiciones que debe reunir una reacción química para poder ser utilizada como base en un método volumétrico son: 1. Debe ser completa, es decir cuantitativa 2. Ser rápida 3. Ser estequiométrica, es decir debe existir una reacción bien definida y conocida entre el analito y el reactivo valorante. 4. Debe existir un procedimiento sencillo para poner de manifiesto el punto final de la valoración. Patrones primarios. Un patrón o estándar primario, es un compuesto de elevada pureza, que sirve como material de referencia en todos los métodos volumétricos. La exactitud de estos métodos depende críticamente de las propiedades de este tipo de compuestos. Los requisitos de un estándar primario son: 1. Elevada pureza. Se toleran impurezas de 0.01 a 0.02 % si son conocidas exactamente. 2. Estabilidad al aire y a las temperaturas normales de secado. 3. Que no tenga moléculas de hidratación. 4. Que sea fácil de adquirir, y a coste moderado. 5. Que sea fácilmente soluble en el medio de valoración. 6. Que tenga un peso fórmula elevado, para que sean mínimos los errores de pesada. El estándar primario debe ser secado antes de su pesada. Disoluciones estándar: preparación. La disolución estándar ideal para un método volumétrico debe ser suficientemente estable de forma que solo se necesite determinar una vez su concentración, que reaccione completa y rápidamente con el analito a valorar y que reaccione lo más selectivamente posible con el analito de acuerdo con una ecuación ajustada sencilla. La exactitud de un método volumétrico no puede ser mejor que la exactitud de la concentración de la disolución patrón utilizada en la valoración. Son dos los métodos más utilizados para la preparación de disoluciones estándar: Método directo: se usa si se dispone de un compuesto estándar primario. Una vez seco el patrón, se pesa con exactitud una determinada cantidad del compuesto, se disuelve, se diluye y se enrasa cuidadosamente a un volumen exactamente conocido, en un matraz aforado. Método indirecto: se usa cuando el compuesto químico no es un patrón primario. Se prepara una disolución de concentración aproximada y se estandariza frente a un patrón primario. La estandarización es un proceso por el cual se determina la concentración exacta de una disolución, utilizando la disolución para valorar una cantidad conocida de otro reactivo. La disolución valorante obtenida de esta forma se denomina disolución patrón o estándar secundario. Clasificación de los métodos volumétricos. Los métodos volumétricos de análisis, se clasifican principalmente en función del tipo de reacción química utilizada, dividiéndose en cuatro clases principales: • Valoraciones ácido-base. Se efectúa una reacción de neutralización en la cual un ácido reacciona con una cantidad equivalente de base. El valorante es siempre un ácido o una base fuerte, siendo el analito una base o ácido fuerte o débil. Las curvas de valoración se construyen representando el pH de la disolución frente al volumen de reactivo añadido. Los indicadores utilizados suelen ser ácidos o bases débiles de intensos colores. • Valoraciones de oxidación-reducción. En este tipo de valoraciones se produce una reacción de transferencia de electrones entre el analito (sustancia a valorar) y el agente valorante. La reacción que discurre entre ambos debe ser de cinética alta, puesto que de su velocidad depende la obtención de buenos resultados. Por otra parte debe disponerse de un medio que permite observar el punto final de la valoración. Estos indicadores pueden ser de muy diversos tipos, pero por lo general, son sustancias con características redox y cuya forma oxidada y reducida tienen diferente color. El valor del potencial normal del indicador tiene que estar entre los potenciales normales de los dos sistemas, para que viere cerca del punto de equivalencia de la valoración. • Valoraciones de precipitación. Están basadas en reacciones en las que se forman compuestos de baja solubilidad. La mayoría de los precipitados se forman lentamente lo que hace que se disponga de pocos agentes precipitantes para su aplicación en valoraciones. El nitrato de plata es el reactivo precipitante más importante y uno de los más utilizados en la determinación de halogenuros, SCN-, CN- y CNO-. Los métodos volumétricos que utilizan el nitrato de plata como agente valorante reciben el nombre de argentométricos. • Valoraciones de formación de complejos. Los reactivos que forman complejos se utilizan ampliamente en la valoración de cationes metálicos. Los más empleados son compuestos orgánicos que tienen varios grupos donadores de electrones capaces de formar numerosos enlaces covalentes con iones metálicos. Como indicadores químicos se utilizan colorantes orgánicos que forman quelatos coloreados con los iones metálicos. El negro de eriocromo T es de los más utilizados, cuyos complejos con los iones metálicos son generalmente rojos, presentado un cambio de coloración en función del pH del medio en el que se realice la valoración puesto que la especie libre es roja/azul/naranja en función de que estemos a pH<6.3,>11.6 respectivamente. Cálculos en análisis volumétrico. Una unidad de concentración muy útil en cálculos volumétricos es la unidad en desuso denominada Normalidad, que emplea el concepto de equivalentes y peso equivalente. La concentración normal depende de la reacción en particular, y es necesario especificar dicha reacción. Su principal ventaja frente a otras expresiones de concentración radica en que para toda reacción un equivalente de A reacciona con uno de B y además si las disoluciones tienen la misma normalidad, un volumen de la sustancia A reacciona con el mismo volumen de la sustancia B.


TECNICAS INSTRUMENTALES

Los métodos instrumentales de análisis se basan en la medida de alguna propiedad física del analito denominada señal analítica (conductividad, potencia l, absorción o emisión de luz, etc.), relacionada con la naturaleza de l analito y su concentración.

Una posible clasificación de los métodos instrumentales se basa en la naturaleza de la señal analítica estudiada:
- Emisión de radiación
- Cambio en las propiedades de un haz de radiación que pasa por la muestra (absorción, dispersión, difracción, rotación)
- Medida de propiedades eléctricas (potencial, carga, corriente, resistencia)
- Otras (relación masa/carga, velocidad de reacción, propiedades térmicas o radioactivas)
- Los dos primeros grupos forman los métodos ópticos, el siguiente da lugar a los métodos eléctricos.

COMPONENTES DE UN INSTRUMENTO
- Un instrumento de análisis químico convierte una señal analítica (no detectable por el ser humano) en otra que lo es.
- Para ello, un instrumento genérico posee los siguientes componentes:
- Generador de señales: produce una señal que indica la presencia del analito y que está relacionada con su concentración.
- Detector: convierte un tipo de energía (o señal) en otro.
- Procesador de señal: modifica la señal convertida por el detector (la modificación más habitual es la amplificación, multiplicando la señal por un número superior a 1).
- Dispositivo de lectura: convierte la señal procesada en una señal comprensible para un observador humano.


SEÑAL Y RUIDO
- Cada medida analítica tiene dos partes: la señal (que suministra información acerca del analito) y el ruido (información no deseada).
- El valor promedio del ruido (N) de un instrumento suele ser constante e independiente del valor de la señal (S). Por ello, para señales pequeñas el valor del ruido da lugar a errores más importantes que en el caso de señales grandes.
- En general, se considera imposible detectar señales cuando la relación
S/N es menor de 2 o 3.


Existen dos tipos fundamentales de ruido:
- Ruido químico: proviene de la variación no controlable de las variables que afectan la química del sistema estudiado (variaciones en temperatura, presión, humedad, etc.).
- Ruido instrumental: asociado a cada parte del instrumento. Su origen puede originarse en fenómenos eléctricos del propio instrumento o en las variaciones en la radiación electromagnética del ambiente que es recogida por los componentes del instrumento (ruido ambiental).
- Es imposible eliminar completamente el ruido, pero es posible minimizar su efecto aumentando la relación S/N tanto a nivel de hardware (empleando componentes que eliminan o atenúan el ruido sin afectar a la señal) como de software (empleando programas informáticos capaces de separar las señales analíticas de un entorno ruidoso).

FONDO Y DERIVA DE UNA SEÑAL
La señal analítica viene acompañada además de un fondo (medida en ausencia de analito o muestra), no siempre estable sino que puede variar en el transcurso de las medidas a corto plazo (deriva en una sesión de trabajo mientras el instrumento se calienta p.ej.) o cuando el instrumento se usa en un periodo prolongado de semanas e incluso meses (deriva a largo plazo)
-Casi siempre se necesita corregir las medidas de la señal analítica de la presencia de un cierto fondo (Restar el blanco o incluirlo en el ajuste del calibrado), puesto que el fondo reduce el significado de la medida debida al analito.
-Cuando el fondo es de magnitud muy alta, no se puede compensar pues se produce un gran error en la resta (puesto que el fondo también está sometido a fluctuaciones) o incluso se llega a valores negativos en las medidas de la señal. Para evaluar la importancia del fondo se usa la relación S/Bkg.
- Además la propia señal analítica está sometida a deriva a causa de la Deriva del fondo. Por lo tanto en cada medida no hay que tener en cuenta el fondo sólo en el momento inicial de la misma sino que es preciso corregir el fondo periódicamente, pues éste puede aumentar o disminuir continuamente a lo largo del tiempo.

CALIBRADO
- Los métodos clásicos son métodos absolutos (se relacionan con patrones básicos, como el Kg., el Amperio o el segundo; ejemplo: gravimetrías) o estequiométricos (la determinación se basa en la relación estequiométrica de una reacción entre el analito y un agente valorante; ejemplo: volumetrías).
- Los métodos instrumentales son métodos relativos, en los cuales se compara la señal analítica obtenida para una muestra con la señal obtenida con uno o más patrones.

En este contexto, el calibrado consiste en obtener una relación matemática entre la señal analítica y la concentración / composición de la muestra, siguiendo un proceso en el que intervienen uno o más patrones.
- La función analítica obtenida podrá utilizarse para calcular la concentración de un analito en una muestra a partir de la señal instrumental obtenida.
- En la práctica, y siempre que es posible, se prefiere trabajar en una situación de linealidad, en la cual la ecuación que relaciona entre señal analítica y concentración es una línea recta.

Los tres métodos de calibrado aplicable son:
- Calibrado directo: obtención de la función analítica mediante la medida de patrones y cálculo de la concentración de analito por interpolación.
- Adición patrón: adición a una muestra de cantidades crecientes de patrón y cálculo de la concentración de analito por extrapolación.
- Patrón interno: similar al calibrado directo, pero añadiendo un
“patrón interno” a las disoluciones patrón y a la muestra, con el fin de compensar posibles fluctuaciones en la señal analítica.